miércoles, 24 de agosto de 2011

LA CONFIANZA QUE NOS DA FUERZAS


"Confío en ti, mi Dios, y te alabo por tus promesas. Confío en ti, Señor, y te alabo por tus promesas. 
Confío en ti, mi Dios, y ya no siento miedo. ¡Nadie podrá hacerme daño jamás! 
Yo te prometo, Dios mío, que te cumpliré mis promesas, y delante de tu altar te daré las gracias. 
Tú, mi Dios, me libraste de caer, me libraste de morir, para que nunca deje yo de andar en tu presencia que es la luz de la vida". Sal 56:10-13

No hay comentarios:

Publicar un comentario