lunes, 14 de noviembre de 2011

DIOS NOS CUIDA

Dios cuida de los suyos

Dios mío, ¡yo estoy muy orgulloso de ti!
¡Todo el tiempo te bendeciré! ¡Mis labios siempre te alabarán!

Ustedes, los humildes, ¡oigan esto y alégrense conmigo!

¡Únanse a mí, y juntos alabemos la grandeza de Dios!

Le pedí a Dios que me ayudara, y su respuesta fue positiva: ¡me libró del miedo que tenía!
Los que a él acuden se llenan de alegría y jamás pasan vergüenzas.
Yo, que nada valgo, llamé a Dios, y él me oyó,
y me salvó de todas mis angustias.

Dios envía a su ángel para que salve del peligro
a todos los que lo honran.

Dios bendice a los que en él confían. Ustedes, pueblo de Dios,
vengan y prueben su bondad; verán que a quienes lo adoran nunca les falta nada.
Los ricos pasarán hambre, pero a los que confían en Dios nunca les faltará nada bueno.

Vengan conmigo, queridos niños; ¡préstenme atención!
Voy a enseñarles a honrar a Dios.
Si quieren gozar de la vida y vivir una vida feliz,
dejen de hablar mal de otros y de andar diciendo mentiras; aléjense del mal y hagan lo bueno,
y procuren vivir siempre en paz.

Dios siempre cuida a los suyos y escucha sus oraciones, pero a los que hacen lo malo les vuelve la espalda y borra de este mundo su recuerdo.

Dios escucha a los suyos y los libra de su angustia.

Dios siempre está cerca para salvar a los que no tienen ni ánimo ni esperanza.

Los que son de Dios podrán tener muchos problemas, pero él los ayuda a vencerlos.
Dios cuida de ellos y no sufrirán daño alguno.

Los malvados tendrán que sufrir las consecuencias de su maldad, pues Dios habrá de castigar a los que odian a su pueblo.
Dios siempre salva a los suyos; los que confían en él no sufrirán ningún castigo.

Salmo 34 TLA

viernes, 11 de noviembre de 2011

¡Dios mío, yo te amo porque tú me das fuerzas! 
Tú eres para mí la roca que me da refugio; ¡tú me cuidas y me libras! Me proteges como un escudo, y me salvas con tu poder. ¡Tú eres mi más alto escondite! 
Tú mereces que te alabe porque, cuando te llamo, me libras de mis enemigos. 
Hubo una vez en que la muerte quiso atraparme entre sus lazos, fui arrastrado por una corriente que todo lo destruía. 
Me vi atrapado por la muerte, me vi al borde de la tumba. 
Lleno de angustia llamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo, ¡mi oración llegó hasta sus oídos! 
Hubo un temblor de tierra, y la tierra se estremeció. También los cerros temblaron desde sus cimientos; ¡temblaron por el enojo de Dios! 
Echaba humo por la nariz, arrojaba fuego por la boca, y lanzaba carbones encendidos. 
Dios partió el cielo en dos y bajó sobre una espesa nube. 
Cruzó los cielos sobre un querubín; se fue volando sobre las alas del viento. 
Se escondió en la oscuridad, entre las nubes cargadas de agua que lo cubrían por completo. 
¡De su grandioso trono salían nubes, granizos y carbones encendidos! 
De pronto, en el cielo se oyó una voz de trueno: ¡era la voz del Dios altísimo que se dejó escuchar entre granizos y carbones encendidos! 
Arrojó sus relámpagos como si disparara flechas; ¡dispersó a sus enemigos, y los hizo salir corriendo! 
Dios mío, tú reprendiste al mar, y por causa de tu enojo el fondo del mar quedó a la vista. En tu enojo resoplaste, y los cimientos de la tierra quedaron al descubierto. 
Desde los altos cielos me tendiste la mano y me sacaste del mar profundo. 
Mis enemigos me odiaban; eran más fuertes y poderosos que yo, ¡pero tú me libraste de ellos! 
Se enfrentaron a mí en el peor momento, pero tú me apoyaste. 
Me diste libertad, ¡me libraste porque me amas! 
Me diste mi recompensa porque hago lo que quieres. Me trataste con bondad porque hago lo que es justo. 
Yo obedezco tus enseñanzas y no me aparto de ti. 
Cumplo todas tus leyes, y jamás me aparto de ellas. 
He sido honesto contigo y no he hecho nada malo. 
Me diste mi recompensa porque hago lo que quieres, porque tú sabes que yo hago lo que es justo. 
Tú eres fiel con los que te son fieles, y tratas bien a quienes bien se comportan. 
Eres sincero con los que son sinceros, pero con los tramposos demuestras ser más astuto. 
A la gente humilde le concedes la victoria, pero a los orgullosos los haces salir derrotados. 
Dios mío, tú alumbras mi vida, tú iluminas mi oscuridad. Con tu ayuda venceré al enemigo y podré conquistar sus ciudades. Tus enseñanzas son perfectas, tu palabra no tiene defectos. Tú proteges como un escudo a los que buscan refugio en ti. 
Dios de Israel, sólo tú eres Dios, ¡sólo tú puedes protegernos! 
¡Sólo tú me llenas de valor y me guías por el buen camino! 
¡Tú me das fuerzas para correr con la velocidad de un venado! Cuando ando por las altas montañas, tú no me dejas caer. 
Tú me enseñas a enfrentarme a mis enemigos; tú me das valor para vencerlos. 
Tú me das tu protección; me salvas con tu gran poder y me concedes la victoria. 
Me despejas el camino para que no tenga yo tropiezos. 
Perseguí a mis enemigos y los alcancé, y no volví hasta haberlos destruido. 
Los derroté por completo; ¡los aplasté bajo mis pies, y no volvieron a levantarse! 
Tu me llenaste de valor para entrar en combate; tú hiciste que los rebeldes cayeran derrotados a mis pies. 
Me hiciste vencer a mis enemigos, y acabé con los que me odiaban. 
A gritos pedían ayuda, pero nadie fue a salvarlos. Hasta de ti pedían ayuda, pero tampoco tú los salvaste. 
Los deshice por completo: ¡quedaron como el polvo que se lleva el viento! ¡Me di gusto aplastándolos como al lodo de la calle! 
Dios mío, tú me libras de la gente que anda buscando pelea; me hiciste jefe de naciones, y gente extraña que yo no conocía ahora está dispuesta a servirme. Tan pronto esos extranjeros me oyen, se desaniman por completo y temblando salen de sus escondites dispuestos a obedecerme. 
¡Bendito seas, mi Dios, tú que vives y me proteges! ¡Alabado seas, mi Dios y Salvador! 
¡Tú me permitiste vengarme de mis enemigos! ¡tú pusiste a los pueblos bajo mi dominio! 
Tú me pusiste a salvo de la furia de mis enemigos. Me pusiste por encima de mis adversarios, y me libraste de gente violenta. 
Por eso, Dios mío, yo te alabo y te canto himnos en medio de las naciones. 
Tú siempre le das la victoria al rey que pusiste sobre Israel. Tú siempre les muestras tu amor a David y a sus herederos.  

Salmo 18

viernes, 23 de septiembre de 2011

EXCELENCIAS DE LA SABIDURÍA

Querido jovencito, acepta mis enseñanzas; valora mis mandamientos. Trata de ser sabio y actúa con inteligencia. Pide entendimiento y busca la sabiduría como si buscaras plata o un tesoro escondido. Así llegarás a entender lo que es obedecer a Dios y conocerlo de verdad. Sólo Dios puede hacerte sabio; sólo Dios puede darte conocimiento.

Dios ayuda y protege a quienes son honrados y siempre hacen lo bueno. Dios cuida y protege a quienes siempre lo obedecen y se preocupan por el débil. Sólo él te hará entender lo que es bueno y justo, y lo que es siempre tratar a todos por igual.
La sabiduría y el conocimiento llenarán tu vida de alegría. Piensa bien antes de actuar, y estarás bien protegido; el mal no te alcanzará ni los malvados podrán contigo.

Esa gente deja de hacer el bien para sólo hacer el mal; son felices haciendo lo malo y festejando sus malas acciones. ¡Todo lo que hacen es para destruir a los demás!
La sabiduría te librará de la mujer que engaña a su esposo, y también te engaña a ti con sus dulces mentiras; de esa mujer que se olvida de su promesa ante Dios. El que se mete con ella puede darse por muerto. ¡El que se mete con ella ya no vuelve a la vida!

Querido jovencito, tú sigue por el buen camino y haz siempre lo correcto, porque sólo habitarán la tierra y permanecerán en ella los que siempre hagan lo bueno. En cambio, esos malvados, en los que no se puede confiar, serán destruidos por completo.

Proverbios 2 TLA

miércoles, 24 de agosto de 2011

LA CONFIANZA QUE NOS DA FUERZAS


"Confío en ti, mi Dios, y te alabo por tus promesas. Confío en ti, Señor, y te alabo por tus promesas. 
Confío en ti, mi Dios, y ya no siento miedo. ¡Nadie podrá hacerme daño jamás! 
Yo te prometo, Dios mío, que te cumpliré mis promesas, y delante de tu altar te daré las gracias. 
Tú, mi Dios, me libraste de caer, me libraste de morir, para que nunca deje yo de andar en tu presencia que es la luz de la vida". Sal 56:10-13

PROMESA DE VIVIR RECTAMENTE

Salmo de David. La misericordia y la justicia cantaré; a ti, oh SEÑOR, cantaré alabanzas.
Prestaré atención al camino de integridad. ¿Cuándo vendrás, Señor, a mí? En la integridad de mi corazón andaré dentro de mi casa.
No pondré cosa indigna delante de mis ojos; aborrezco la obra de los que se desvían; no se aferrará a mí.
El corazón perverso se alejará de mí; no conoceré maldad.
Destruiré al que en secreto calumnia a su prójimo; no toleraré al de ojos altaneros y de corazón arrogante.
Mis ojos estarán sobre los fieles de la tierra, para que moren conmigo; el que anda en camino de integridad me servirá.
El que practica el engaño no morará en mi casa; el que habla mentiras no permanecerá en mi presencia.
Cada mañana destruiré a todos los impíos de la tierra, para extirpar de la ciudad del SEÑOR a todos los que hacen iniquidad. Salmo 101

viernes, 5 de agosto de 2011

SIEMPRE FIRMES

"Así que pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes. Estén siempre atentos y listos para lo que venga, pues su enemigo, el diablo, anda buscando a quien destruir. ¡Hasta parece un león hambriento!
Resistan los ataques del diablo; confíen siempre en Dios y nunca duden de él. Ya saben que en todo el mundo otros seguidores de Cristo están sufriendo como ustedes. Pero después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de confiar en él; les dará fuerzas para que no se desanimen, y hará que siempre estén seguros de lo que creen. Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino". 1Pe 5:7-10

viernes, 17 de junio de 2011

SE UN DIGNO REPRESENTANTE DEL TRONO

Veo un mundo indiferente a lo que esta ocurriendo. Veo gente que va de aquí para allá, movidos sólo por la necesidad de tener algo más. Veo capricho, veo pura vanidad.

Vivimos en un mundo que cada día se hunde más y más en la desesperación, la ansiedad, el estrés, la locura, el odio, el dolor, la pena, la amargura.
No nos conformamos, queremos más. Pero más qué? Dinero?, amor?, bienes?, riquezas?, amistades?.

Observemos a nuestro alrededor, te diré que veo: gente con hambre y sed de justicia. Gente que anhela alcanzar tan sólo un plato de comida el día de hoy, y para ellos es lo más grande que le pueda suceder en el día. Veo gente que tiene una necesidad, pero que no logra saciarla, porque no tiene idea de cual sea.

Nosotros los llamados “hijos de Dios”, que “conocemos a Dios”, hemos llenado esa necesidad?. O también formamos parte de estos necesitados.
Si realmente hemos alcanzado plenitud y llenura al conocer a nuestro Dios la palabra dice:
"Tú eres mi Dios, eres todo lo que tengo; tú llenas mi vida y me das seguridad". Sal 16:5
Entonces porque aún veo gente tan perdida, poniendo sus ojos en cosas que no son eternas?.
“Nuestra vida está llena de dolor y sufrimiento;
ni de noche logramos descansar.
¡Eso no tiene sentido!
Lo mejor que podemos hacer es comer y beber, y disfrutar de nuestro trabajo. He podido darme cuenta de que eso es un regalo de Dios,
pues si no fuera por él, ¿quién podría comer y estar alegre?
Cuando Dios quiere a alguien, le da sabiduría y conocimientos, y lo hace estar alegre; en cambio, al que desobedece lo hace trabajar y amontonar mucho dinero, para luego dárselo todo a quien él quiere. ¡Pero eso tampoco tiene sentido! ¡Es como querer atrapar el viento!” Ecl 2:23-26

Unos dicen: soy una princesa, o un príncipe, hijo del Rey, por eso debo tener lo mejor. Y que es lo mejor?
“Mi Dios me da siempre todo lo mejor; ¡me hace fuerte como las águilas!” Sal 103:5

Cómo príncipes, debemos obedecer a nuestro Rey, para que cuando nos toque gobernar con El, podamos hacerlo con dignidad y bajo los estatutos establecidos por El.

“Dios les dio nueva vida, pues los resucitó juntamente con Cristo. Por eso, dediquen toda su vida a hacer lo que a Dios le agrada. Piensen en las cosas del cielo, donde Cristo gobierna a la derecha de Dios. No piensen en las cosas de este mundo.
Pues ustedes ya han muerto para el mundo, y ahora, por medio de Cristo, Dios les ha dado la vida verdadera. Cuando Cristo venga, también ustedes estarán con él y compartirán su gloriosa presencia.
Por eso, den muerte a todos sus malos deseos; no tengan relaciones sexuales prohibidas, no sean indecentes, dominen sus malos deseos, y no busquen amontonar dinero, pues es lo mismo que adorar a dioses falsos.
Todo esto hace que Dios se enoje con los desobedientes”. Col 3:1-6

Ahora seamos honestos y meditemos: Somos dignos representantes del trono?. Somos esos príncipes que gobernaran con justicia, amor y gozo?

Dios te bendiga!!!

Jeannette Isaza




jueves, 16 de junio de 2011

ADORANDO CON LA PALABRA

La adoración más básica es la respuesta del hombre a la revelación de Dios. Ralph Martin un estudioso del Nuevo Testamento escribió:”Lo que distingue la unicidad de la adoración como Cuerpo de Cristo es que la misma se desarrolla en un ritmo a dos tiempos, uno el de la revelación y el segundo la respuesta." Un verdadero adorador cristiano debe anclarse en la Palabra de Dios”.

La primera cosa que David declara acerca de las Escrituras es su perfección. "La ley del Señor es perfecta." Pone de inmediato a la Palabra en una categoría trascendente que la distingue sobra cualquiera incluso la suya o la mía. No existe nada en mi vida o en la suya que podría ser catalogada con la precisión de "perfecto". Nuestros mejores esfuerzos no están a la altura. Pero  inspirado por Dios mismo, David proclama que la Escritura es perfecta.

Pensemos por un momento cuando nos reunimos para el culto al Señor y se lee, se canta o se ora la Palabra de Dios. Lo que escucha es la perfecta revelación de Dios a su pueblo. Y con la Palabra, Dios no sólo revela a sí mismo sino que también nos revela quienes somos nosotros mismos. Somos examinados por la Palabra. Nuestras almas son confrontadas y nuestros corazones son medidos por la perfecta medida de la Escritura.

Cuando decimos: quiero adorar a Dios, estamos hablando en la profundidad de nuestro ser y espíritu, para sumergirnos en la profundidad y el Espíritu de Dios. Antes de sumergirnos en esta verdad, debemos tener conocimiento de quién es Dios, que demanda Dios de nosotros.

Sólo podemos conocer a Dios a través de su palabra, escudriñándola con un corazón limpio de pecado y malos sentimientos Prov. 2:1-5  “Hijo mío,  si recibieres mis palabras,  Y mis mandamientos guardares dentro de ti, Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, Si clamares a la inteligencia,  Y a la prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares,  Y la escudriñares como a tesoros, Entonces entenderás el temor de Jehová,  Y hallarás el conocimiento de Dios”.

El Señor es tan bueno que nos dejó a disposición un manual de vida invaluable, único en el mundo, no existe literatura alguna que pueda superar La Palabra de Dios, expuesta en La Biblia.
Allí Dios nos da enseñanza de vida personal, familiar y en comunidad.

Como individuos que hemos aceptado a Cristo en nuestro corazón y por ende al Padre (Juan 14:9) tenemos la necesidad de mantener una comunión con Él, presentarnos ante su presencia, con un corazón contrito y humillado, y mantenernos en constante comunicación.

Por eso oramos, adoramos, alabamos, ayunamos, convocamos vigilias, etc. Y todo esto es válido y aceptado por Dios, siempre y cuando podamos cumplir un principio fundamental: 1Juan 2:5 “pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos con ÉL”.

El Señor nos manda a cumplir con su palabra para perfeccionarnos en su amor. Cuando nos referimos a su palabra, en ella Dios nos ordena cumplir con sus mandamientos. Ese es su gran mandato a lo largo de las escrituras, en Éxodo 20:6 el Señor nos dice: “y hago misericordia por millares a los que me aman y guardan mis mandamientos

Cuando comenzamos a conocer a Dios, estaremos conectados a su voluntad, a lo que El demanda de nosotros como sus hijos, y por tanto, con un corazón dispuesto a cumplir su voluntad y atento a escuchar su voz.
Juan 8:31-32  “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra,  seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad,  y la verdad os hará libres”

Esta libertad se refiere a liberarnos del pecado, libres de la culpa, libres de la muerte, libres de la opresión, completamente libres para adorarlo en espíritu y en verdad.

Nos entregamos por completo a El. Al estar en conexión completa con nuestro creador, El nos lleva por medio de su Espíritu delante de su presencia, en rendición total a El, en alabanza y júbilo, o al campo de batalla a librar la guerra contra nuestro enemigo. 

Jeannette Isaza

martes, 14 de junio de 2011

UN CORAZÓN DE ADORADOR

La palabra adoración proviene del latín que significa dar un homenaje, AD a -, ORA boca, (trayendo la boca), los romanos la utilizaban llevándose una mano a la boca, y aventando un beso al objeto de su adoración, ya fuera un ídolo o una estatua, o un rey, o el ser amado. El adorador usualmente llevaba la cabeza tapada, y después de ese acto, se daba media vuelta del lado izquierdo al derecho, así pues se inclinaban y besaban los pies de sus dioses.

La adoración comúnmente llevaba consigo, la Devoción, el honor y la Alabanza hacia la deidad indicada, llámesele dios o diosa. A veces es a capella, o con instrumentos.
Religiosamente hablando, la adoración debe ser sincera. Por lo tanto, adoración es la actitud o la intención interna del corazón del hombre, entendiéndose la obediencia, el servirlo, el “hacer la voluntad de la divinidad”. En definitiva, implica que la forma de vida está 'regida' por los preceptos de esa deidad.

El principio de la adoración es el arrepentimiento
Ir delante de la presencia de Dios buscando perdón por nuestras actitudes, sentimientos, pensamientos y obras.
Nuestro Dios es completamente Santo, 100% Santo. La santidad de Dios es absoluta.
No podemos presentarnos ante Dios y decirle: Señor soy 99% Santo y sólo un 1% pecador, es como que nos ofrecieran beber agua 99,9 % pura, pero con un 0,1 % de agua de cloaca. La tomaríamos?

En Isaías Dios nos habla de sus sentimientos cuando nos presentamos ante El para adorar, sin pedir perdón por nuestras faltas. Leamos: Is: 1:10-20. En este capitulo podemos ver como para Dios nuestra adoración, ofrenda o sacrificio es VANA, no sirve para nada. El la aborrece. Palabra fuerte de parte de Dios, pero Rhema para nuestras vidas, nos describe exactamente como se siente Dios ante nuestra presencia sucia y vil.

En su absoluta misericordia nos llama a rendirnos en arrepentimiento, para que nos pueda dejar limpios para estar ante su presencia.

Lev 11:44  Yo soy Jehová,  vuestro Dios.  Vosotros por tanto os santificaréis y seréis santos,  porque yo soy Santo”.
Vayamos pues derramando nuestros corazones delante de su presencia, confesando todo lo malo que hay en nuestro corazón, todo sentimiento de odio, ira, raíces de amargura, sentimientos que no son fruto del Espíritu. En Gálatas 5:19-23: “Manifiestas son las obras de la carne,  que son:  adulterio, fornicación,  inmundicia,  lujuria, idolatría,  hechicerías,  enemistades,  pleitos,  celos,  iras,  contiendas,  divisiones,  herejías, envidias,  homicidios,  borracheras,  orgías,  y cosas semejantes a estas.  En cuanto a esto,  os advierto,  como ya os he dicho antes,  que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Pero el fruto del Espíritu es amor,  gozo,  paz,  paciencia,  benignidad,  bondad,  fe, mansedumbre,  templanza;  contra tales cosas no hay ley”.

Por eso el Señor expresó en  Mat. 7:22-23  “Muchos me dirán en aquel día: Señor,  Señor no profetizamos en tu nombre,  y en tu nombre echamos fuera demonios,  y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí;  apartaos de mí,  hacedores de maldad”.
El Arrepentimiento es primordial para adorar a Dios y estar ante su presencia.

Hermanos, Dios es Amor y es Santo, cómo podemos pues, comunicarnos con Él llevando con nosotros sentimientos ajenos a Él, y a los cuales repudia Pro 6:16-19  Seis cosas aborrece Jehová,  Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos,  la lengua mentirosa,  Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos,  Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras,  Y el que siembra discordia entre hermanos”.

Sal 11:5  Jehová prueba al justo;  Pero al malo y al que ama la violencia,  su alma los aborrece”.

Si realmente queremos conocer a Dios y mantener una limpia y pura comunicación con Él, debemos examinarnos todos los días, poner nuestros pecados y sentimientos ajenos a Él, delante de su presencia, y con humildad, pedirle perdón.

Entonces, entremos ante su presencia, seguros, de que nuestra adoración será escuchada y bien recibida por nuestro Rey.

Jeannette Isaza

viernes, 10 de junio de 2011

MEJOR ES OBEDECER

Pero Samuel le dijo: «A Dios le agrada más que lo obedezcan, y no que le traigan ofrendas. Es mejor obedecerlo que ofrecerle los mejores animales. 
»Rebelarse contra Dios es tan malo como consultar a brujos y adivinos. No está bien adorar a dioses falsos, ni tampoco desobedecer a Dios. Como tú no quieres nada con él, Dios tampoco quiere nada contigo». 1Sa 15:22  -23 BTLA

miércoles, 8 de junio de 2011

MI DIOS SOBRENATURAL

Cada uno de los milagros que realizó nuestro Señor fueron Sobrenaturales, nada razonables para la mente humana. El Poder de Dios no se razona, si lo hacemos, dejamos de creer, ya que la razón nos hace dudar y nos aleja de la revelación que es por el Espíritu Santo. 1Co 2:14  Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,  porque para él son locura,  y no las puede entender,  porque se han de discernir espiritualmente.

Amados nuestro Dios es un Dios SOBRENATURAL. 1Co 2:9  Antes bien,  como está escrito: Cosas que ojo no vio,  ni oído oyó,  Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Cosas que el hombre no ha visto ni a escuchado, que privilegio hermanos que Dios ha reservado para los que le aman de verdad cosas que nadie ha imaginado, eso es algo que llamaría Sobrenatural, ya que no ha sido visible en lo natural. No podemos ir ante nuestro Dios sobrenatural, con una mente natural o racional, eso no coincide para nada.

En Efesios 1:17-21, la palabra de Dios nos revela que el Poder de Dios es también para siglos venideros. También nos habla de que el poder que operó en Jesús, es el mismo que Dios entrega a sus santos, los que de corazón le aceptan y toman la decisión de abandonar la vida de pecado y ser renovados por El día tras día.

¿Porque entonces dejamos que la razón prevalezca ante lo Sobrenatural de Dios? La palabra razonar es un verbo transitivo que significa Justificar una respuesta, opinión, hecho, etc., mediante razones o argumentos. La mente humana necesita tener un argumento o hecho comprobable para poder razonar, lo que nos permite establecer claramente que la razón y la fe (que la misma palabra lo dice es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve) no pueden operar en conjunto.

 Dios les bendiga!!!


Jeannette Isaza

EL VERDADERO AYUNO

Dios le dijo a Isaías: «¡Grita bien fuerte, grita sin miedo, alza la voz como una trompeta! ¡Reprende a mi pueblo, el pueblo de Israel, a causa de sus culpas y de todos sus pecados! 
»Ellos me consultan todos los días y dicen que quieren obedecerme, como si fueran gente de bien que no se aparta de mis leyes. Ellos me piden leyes justas y quieren estar cerca de mí. 
Sin embargo, andan diciendo: “¿Para qué ayunar, si Dios no nos ve? ¿Para qué sacrificarnos, si a él no le importa?” »En el día de ayuno ustedes hacen negocios y maltratan a sus trabajadores. 
Ese día discuten, se pelean, y se agarran a golpes. ¡Si quieren que escuche sus oraciones no ayunen de esa manera! 
Ese tipo de ayuno no me agrada para nada. »Ustedes agachan la cabeza como una caña del río, y vestidos de luto se acuestan sobre la ceniza. Y a eso le llaman “ayuno” y “día agradable para Dios”. 
¡Pero en realidad no es así! »El ayuno que a mí me agrada es que liberen a los presos encadenados injustamente, es que liberen a los esclavos, es que dejen en libertad a los maltratados y que acaben con toda injusticia; 
es que compartan el pan con los que tienen hambre, es que den refugio a los pobres, vistan a los que no tienen ropa, y ayuden a los demás. 
»Los que ayunan así brillarán como la luz de la aurora, y sus heridas sanarán muy pronto. Delante de ellos irá la justicia y detrás de ellos, la protección de Dios. 
»Si me llaman, yo les responderé; si gritan pidiendo ayuda, yo les diré: “Aquí estoy”. Si dejan de maltratar a los demás, y no los insultan ni los maldicen; 
si ofrecen su pan al hambriento y ayudan a los que sufren, brillarán como luz en la oscuridad, como la luz del mediodía. 
»Yo los guiaré constantemente, les daré agua en el calor del desierto, daré fuerzas a su cuerpo, y serán como un jardín bien regado, como una corriente de agua. 
Reconstruirán las ruinas antiguas, reforzarán los cimientos antiguos, y los llamarán: “Reparadores de muros caídos”, “Reconstructores de casas en ruinas”. 
»Respeten el día de descanso, y no se ocupen de sus negocios. Que ese día sea santo para ustedes, y un motivo de alegría. Que sea un día dedicado sólo a mí. »Si respetan ese día, dejando de hacer negocios y de hablar inútilmente, 
entonces yo, su Dios, seré su alegría. Los haré gobernantes del país y les entregaré la tierra que prometí a su antepasado Jacob. Les juro que así será». 
Isaias 58 BTLA

lunes, 6 de junio de 2011

ACEPTA LOS CONSEJOS

El hijo sabio acepta que su padre lo castigue; el hijo malcriado no permite que le llamen la atención. 
Los que hablan de hacer el bien reciben su justo premio, pero los traidores reciben el castigo que se merecen. 
El que cuida lo que dice protege su vida; el que sólo dice tonterías provoca su propia desgracia. 
El que desea tener sin trabajar, al final no consigue nada; ¡trabaja, y todo lo tendrás! 
La gente honrada odia la mentira; el malvado siempre causa vergüenza y deshonra. 
Al bueno lo protege su honradez; al pecador lo arruina su maldad. 
Algunos dicen ser ricos y no tienen nada; otros dicen ser pobres y nada les falta. 
El rico, por su dinero, corre el peligro de ser secuestrado; el pobre no tiene ese problema, pues nadie lo amenaza. 
La vida de los buenos es luz que llena de alegría; la vida de los malvados es una lámpara apagada. 
La gente orgullosa provoca peleas; la gente humilde escucha consejos. 
Lo que fácilmente se gana, fácilmente se acaba; ahorra poco a poco, y un día serás rico. 
¡Qué tristeza da que los deseos no se cumplan! ¡Y cómo nos llena de alegría ver cumplidos nuestros deseos! 
Si te burlas de una orden, tendrás tu merecido; si la obedeces, tendrás tu recompensa. 
Las enseñanzas del sabio son una fuente de vida y pueden salvarte de la muerte. 
El que da buenos consejos se gana el aprecio de todos, pero el que da malos consejos acabará en la ruina. 
El sabio piensa bien lo que hace; el tonto deja ver su estupidez. 
El mensajero malvado te mete en problemas; el buen mensajero te saca de ellos. 
Si no aprecias la disciplina, te esperan la pobreza y la deshonra; si aceptas que se te corrija, recibirás grandes honores. 
¡Cómo nos alegramos cuando se cumplen nuestros deseos! ¡Y cómo le cuesta trabajo al necio apartarse del mal! 
Quien con sabios anda, a pensar aprende; quien con tontos se junta, acaba en la ruina. 
El bien te trae bendiciones; el mal sólo te trae problemas. 
Las riquezas del hombre bueno serán para sus nietos; las riquezas del pecador serán la herencia de la gente honrada. 
En los campos de los pobres hay comida de sobra; donde hay maldad, todo se pierde. 
Si amas a tu hijo, corrígelo; si no lo amas, no lo castigues. 
Los buenos comen hasta llenarse, pero los malvados se quedan con hambre. 
Proverbios 13.

viernes, 3 de junio de 2011

RENOVANDO NUESTRA MENTE

“Porque la palabra de Dios tiene vida y poder. Es más cortante que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta lo más íntimo de la persona; y somete a juicio los pensamientos y las intenciones del corazón”. Heb 4:12  DHH

Cuando aceptamos al Señor en nuestro corazón, lo hacemos llenos de dolor y pena por el pecado que estuvimos viviendo lejos de su presencia. El llega a nuestra vida y en un abrir y cerrar de ojos, nos da una vida nueva y se olvida de todos nuestros pecados. Nuestra tarea de allí en adelante es luchar constantemente con los pensamientos de culpa que nos asedian. Pero el único que nos acusa es satanás. Zac 3:1  Me mostró al sumo sacerdote Josué,  el cual estaba delante del ángel de Jehová,  y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle.

Nuestra batalla comienza en nuestra propia mente. Algo con lo que luchamos a través de los años, es con nuestros pensamientos. Efe 2:2-3  en los cuales anduvisteis en otro tiempo,  siguiendo la corriente de este mundo,  conforme al príncipe de la potestad del aire,  el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne,  haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos,  y éramos por naturaleza hijos de ira,  lo mismo que los demás.

La palabra de Dios transforma nuestro corazón y nuestros pensamientos si meditamos de día y de noche en ella Jua 15:7  Si permanecéis en mí,  y mis palabras permanecen en vosotros,  pedid todo lo que queréis,  y os será hecho. Dios nos promete que todo lo que pidamos nos lo dará, pero si permanecemos en El y en su palabra. Obviamente, Dios sabe que es la única manera de concedernos la peticiones del corazón, porque es un corazón renovado, lleno de amor, justicia, verdad, benignidad, bondad, templanza, el cual no se beneficiará solo para si mismo, si no también beneficiará a los demás.

Cuanto más te conozco, quiero saber más de tí
La manera de renovar nuestra mente es a través de la palabra de Dios. A medida que buscamos en su palabra la revelación de su Espíritu Santo para nuestra vida, vamos llenándonos de fortaleza, paz, gozo y fe. Por supuesto esto también va acompañado de nuestro tiempo a solas con El. Es como una relación de amistad o de pareja, a medida que pasamos tiempo con alguien, más adoptamos características de esa persona. Con más razón quisiera adoptar la mente de Cristo, la cual está escrita en la palabra de Dios y nos es revelada en la intimidad con El.

Esta es la única forma de cambiar nuestra manera de pensar y llevar sujetos nuestros pensamientos e intenciones a la obediencia en Cristo. 2Co 10:5  derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios,  y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

Cuando decimos que la palabra de Dios tiene vida y poder, es literalmente. No hay nada más poderoso a nuestro alcance que su palabra, tal como lo dice en Heb. 4:12, la palabra de Dios desnuda nuestra alma y somete a juicio nuestros pensamientos e intenciones. Esta es la espada para pelear la batalla, sin ella, estamos desarmados Efesios 6: 17.

Entonces amados, la palabra de Dios renueva nuestra mente, es nuestra espada para luchar la batalla a diario con nuestros pensamientos y el bombardeo que existe a nuestro alrededor, en los medios de comunicación, nuestro lugar de trabajo, amigos, etc. Por fe creemos que la Biblia es la palabra de Dios, revelada a nuestros hermanos en aquel tiempo, para que ahora sea nuestro manual de vida.

La fe trae revelación
Por fe, buscamos a Dios. Cuando lo hacemos de corazón, El lo sabe y trae revelación divina en su palabra a nuestras vidas para llenarlas aún de más fe y de su poder.. Heb 11:6  Pero sin fe es imposible agradar a Dios;  porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay,  y que es galardonador de los que le buscan.

La fe no da cabida a la duda, la duda ofende a Dios. La fe y la palabra de Dios van de la mano ya que como lo dice su palabra: Rom 10:17  “Así que la fe es por el oír,  y el oír,  por la palabra de Dios”.

Estos versículos a continuación nos dan un panorama de lo que la fe significa en nuestro diario vivir: Rom 14:22-23  ¿Tienes tú fe?  Tenla para contigo delante de Dios.  Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba. Pero el que duda sobre lo que come,  es condenado,  porque no lo hace con fe;  y todo lo que no proviene de fe,  es pecado.
Sin fe no hay palabra de Dios revelada, y sin la revelación de la palabra, no hay renovación de nuestra mente.

Dios les bendiga!!!

Jeannette Isaza



martes, 31 de mayo de 2011

ARREPENTIMIENTO, EL COMIENZO DE TODO

Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar.  Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él.  Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús. Lucas 15: 17-19

Este pasaje nos demuestra la fe con acción. Ellos no esperaron pacientemente que Jesús volteara a verlos, ellos llegaron hasta el Señor. No basta declarar las cosas, hay que moverse. No debemos quedarnos en el pasado, debemos comenzar a hacer planes. Cuando Dios dice extiéndete, extenderse significa: ser flexible, tener resistencia e implica un esfuerzo.
2 Cor 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”, este verso  nos manda a vivir cosas nuevas, fruto de un arrepentimiento, las viejas pasaron.  Las misericordias de Dios son nuevas cada día, por eso decimos que su misericordia es eterna,  El hijo prodigo dijo: me levantaré e iré a casa de mi padre Luc 15. Dios no lo levantó, a veces esperamos que Dios nos levante y no es así, Dios nos deja tomar esa actitud a nosotros.

Levántate
Levantate, aunque haya tristeza, desolación.  Dios nos da la facultad de levantarnos, eso es actitud.
Ir, debemos tener una dirección clara, un propósito y un mensaje. El hijo tenía que levantarse y caminar hasta donde estaba su padre, esto significa tomar una dirección. Ahora bien, todo esto está marcado por un ARREPENTIMIENTO.  A veces no nos arrepentimos hasta que no haya un pecado grave en nuestras vidas. El arrepentimiento es el fundamento  con el que Dios manifiesta su Gloria.
Para que haya avivamiento, es necesario arrepentimiento, Dios no pierde tiempo con la gente que no cumple su ley,  el arrepentimiento prepara el camino para la Gloria de Dios. El que esconde su pecado no prosperará. Todo cambio en la vida comienza con arrepentimiento.

El Espíritu Santo y el arrepentimiento
El arrepentimiento lo comienza el Espíritu Santo, con el arrepentimiento comienza la liberación Sal 130:1-4 “De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. Señor, oye mi voz;  Estén atentos tus oídos  A la voz de mi súplica. JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón,  Para que seas reverenciado”.
Por eso todos los días en distintas horas del mismo, debemos arrepentirnos ante Dios por nuestras malas obras.
La santidad de Dios es absoluta. No podemos decirle a Dios bueno soy 99% santo, sólo unos pequeños pecaditos de mentiras, chismes, rabia, etc.  
Por eso el arrepentimiento nos acerca nuevamente a Dios para ser tocados por El, para que su Gloria se manifieste.

Limpios de toda impureza
Hch 3:19  “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la
Presencia del Señor tiempos de refrigerio”, El arrepentimiento no sólo nos hace aceptos ante nuestro Padre, si no también traerá a nuestra vida tiempos de refrigerio, de descanso. Cuando llevamos una vida llena de pecado, permanecemos en constante angustia, porque nuestro ser sabe que esta mal vivir así.
Hch 2:38 “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”. El arrepentimiento nos trae el Don del Espíritu Santo. El arrepentimiento nos trae liberación.
     
Dios les bendiga!

Jeannette Isaza

lunes, 30 de mayo de 2011

Dios mío, Tu eres mi luz y mi salvación!

"Dios mío, tú eres mi luz y mi salvación; ¿de quién voy a tener miedo? Tú eres quien protege mi vida; ¡nadie me infunde temor! Cuando mis malvados enemigos me atacan y amenazan con destruirme, son ellos los que tropiezan, son ellos los que caen.
Me puede atacar un ejército, pero yo no siento miedo; me pueden hacer la guerra, pero yo mantengo la calma. Dios mío, sólo una cosa te pido, sólo una cosa deseo: déjame vivir en tu templo todos los días de mi vida, para contemplar tu hermosura y buscarte en oración.
Cuando vengan tiempos difíciles, tú me darás protección: me esconderás en tu templo, que es el lugar más seguro.
Tú me darás la victoria sobre mis enemigos; yo, por mi parte, cantaré himnos en tu honor, y ofreceré en tu templo sacrificios de gratitud.
Dios mío, te estoy llamando: ¡escúchame! Ten compasión de mí: ¡respóndeme!
Una voz interna me dice: «¡Busca a Dios!» Por eso te busco, Dios mío.
Yo estoy a tu servicio. No te escondas de mí. No me rechaces. ¡Tú eres mi ayuda! Dios mío, no me dejes solo; no me abandones; ¡tú eres mi salvador!
Mis padres podrán abandonarme, pero tú me adoptarás como hijo.
Dios mío, por causa de mis enemigos dime cómo quieres que viva y llévame por el buen camino.
No dejes que mis enemigos hagan conmigo lo que quieran. Falsos testigos se levantan, me acusan y me amenazan.
¡Pero yo sé que viviré para disfrutar de tu bondad junto con todo tu pueblo!
Por eso me armo de valor, y me digo a mí mismo: «Pon tu confianza en Dios. ¡Sí, pon tu confianza en él!» Salmo 27

domingo, 29 de mayo de 2011

LA FE QUE SE PERFECCIONA EN LA PALABRA PARTE 1


“Es,  pues,  la fe la certeza de lo que se espera,  la convicción de lo que no se ve”. Heb 11:1  

Realmente como seres humanos, imperfectos por el pecado, y bombardeados constantemente por las situaciones diversas de la vida, los problemas familiares, el trabajo, la situación económica, la crisis mundial y pare de contar; somos presa fácil de algo llamado “Angustia” y “Temor” que puede llegar a consecuencias casi mortales, como las enfermedades emocionales, entre ellas: ataques de pánico y depresión.
La palabra Angustia significa: Estado de intranquilidad o inquietud muy intensas causado especialmente por algo desagradable o por la amenaza de una desgracia o un peligro: tener que tomar una decisión puede provocar angustia.

La palabra Temor significa:  Miedo que se siente al considerar que algo perjudicial o negativo ocurra o haya ocurrido. 2 Sospecha de que algo es malo o puede conllevar un efecto perjudicial o negativo.

Nuestro Señor Jesucristo se dirige a los apóstoles en aquella tormenta donde todos estaban atemorizados y les dice: Mat 8:26. “¿Por qué teméis,  hombres de poca fe? Entonces,  levantándose,  reprendió a los vientos y al mar;  y se hizo grande bonanza”.

Los apóstoles, seguidores de los milagros y las maravillas del Señor, andaban con El, comían con El, formaban parte de su círculo íntimo, de hecho, estaban con El en ese momento, y comenzaron a temer en medio de la tormenta.

Esto me hace pensar que ellos temían por sus vidas, y es razonable. Y es precisamente por lo que nos preocupamos actualmente, por nuestra vida.

Nuestros mayores temores son: la muerte, las enfermedades, el fracaso, la burla, la no aceptación, lo desconocido, la falta del pan, del vestir y no tener una vida plena.

Cuando el Señor se entrega en la cruz, en sacrificio vivo por nosotros, nos está garantizando la vida eterna, a aquellos que creemos en El y lo aceptamos en nuestro corazón y en todas las áreas de nuestra vida, en este sentido, no debemos temer a la muerte. Morir es ganancia, porque lo veremos cara a cara.
En cuanto a las enfermedades Jesús nos dice que el llevó juntamente con El a la cruz, todas nuestras enfermedades Isa 53:5 “Mas él herido fue por nuestras rebeliones,  molido por nuestros pecados;  el castigo de nuestra paz fue sobre él,  y por su llaga fuimos nosotros curados”.

El fracaso, la burla y la no aceptación también la sufrió nuestro amado salvador. El siendo Santo y Perfecto fue humillado y rechazado por su gente. Amados, no tratemos de agradar a los hombres, es una tarea muy difícil, vivamos para agradar a Dios. Isa 53:4  “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades,  y sufrió nuestros dolores;  y nosotros le tuvimos por azotado,  por herido de Dios y abatido”.

La estabilidad económica, la necesidad de comer, vestir, divertirnos, etc, son cosas necesarias ciertamente y para nada despreciables, pero no deben ser la razón y el centro de nuestro vivir. Que nos dice el Señor al respecto:  Mat 6:30 “Y si la hierba del campo que hoy es,  y mañana se echa en el horno,  Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros,  hombres de poca fe?”. En reiteradas oportunidades el Señor nos recuerda lo importante que somos para Dios, tanto así que nuestro Señor Jesucristo entregó su vida por nosotros en la cruz del calvario, para darnos vida y vida en abundancia.

Si escudriñamos la palabra y le creemos a Dios en cada uno de sus escritos, podemos garantizarnos una vida realmente plena, y llena de mucha paz.
 “Es pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” Heb. 11:1. Traducido a la versión DHH nos dice: "Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos". Que tremenda revelación nos da El Señor en su Santa Palabra. Hermanos la fe es una decisión, decidimos tener fe o no, no es un sentimiento o una fuerza externa, nada de eso. Es decidir creerle a Dios y punto, sin darle más vueltas. Si Dios me dice: soy tu proveedor, así será, mi boca dirá sólo amén.


Continúa...

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