lunes, 14 de noviembre de 2011

DIOS NOS CUIDA

Dios cuida de los suyos

Dios mío, ¡yo estoy muy orgulloso de ti!
¡Todo el tiempo te bendeciré! ¡Mis labios siempre te alabarán!

Ustedes, los humildes, ¡oigan esto y alégrense conmigo!

¡Únanse a mí, y juntos alabemos la grandeza de Dios!

Le pedí a Dios que me ayudara, y su respuesta fue positiva: ¡me libró del miedo que tenía!
Los que a él acuden se llenan de alegría y jamás pasan vergüenzas.
Yo, que nada valgo, llamé a Dios, y él me oyó,
y me salvó de todas mis angustias.

Dios envía a su ángel para que salve del peligro
a todos los que lo honran.

Dios bendice a los que en él confían. Ustedes, pueblo de Dios,
vengan y prueben su bondad; verán que a quienes lo adoran nunca les falta nada.
Los ricos pasarán hambre, pero a los que confían en Dios nunca les faltará nada bueno.

Vengan conmigo, queridos niños; ¡préstenme atención!
Voy a enseñarles a honrar a Dios.
Si quieren gozar de la vida y vivir una vida feliz,
dejen de hablar mal de otros y de andar diciendo mentiras; aléjense del mal y hagan lo bueno,
y procuren vivir siempre en paz.

Dios siempre cuida a los suyos y escucha sus oraciones, pero a los que hacen lo malo les vuelve la espalda y borra de este mundo su recuerdo.

Dios escucha a los suyos y los libra de su angustia.

Dios siempre está cerca para salvar a los que no tienen ni ánimo ni esperanza.

Los que son de Dios podrán tener muchos problemas, pero él los ayuda a vencerlos.
Dios cuida de ellos y no sufrirán daño alguno.

Los malvados tendrán que sufrir las consecuencias de su maldad, pues Dios habrá de castigar a los que odian a su pueblo.
Dios siempre salva a los suyos; los que confían en él no sufrirán ningún castigo.

Salmo 34 TLA

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