viernes, 17 de junio de 2011

SE UN DIGNO REPRESENTANTE DEL TRONO

Veo un mundo indiferente a lo que esta ocurriendo. Veo gente que va de aquí para allá, movidos sólo por la necesidad de tener algo más. Veo capricho, veo pura vanidad.

Vivimos en un mundo que cada día se hunde más y más en la desesperación, la ansiedad, el estrés, la locura, el odio, el dolor, la pena, la amargura.
No nos conformamos, queremos más. Pero más qué? Dinero?, amor?, bienes?, riquezas?, amistades?.

Observemos a nuestro alrededor, te diré que veo: gente con hambre y sed de justicia. Gente que anhela alcanzar tan sólo un plato de comida el día de hoy, y para ellos es lo más grande que le pueda suceder en el día. Veo gente que tiene una necesidad, pero que no logra saciarla, porque no tiene idea de cual sea.

Nosotros los llamados “hijos de Dios”, que “conocemos a Dios”, hemos llenado esa necesidad?. O también formamos parte de estos necesitados.
Si realmente hemos alcanzado plenitud y llenura al conocer a nuestro Dios la palabra dice:
"Tú eres mi Dios, eres todo lo que tengo; tú llenas mi vida y me das seguridad". Sal 16:5
Entonces porque aún veo gente tan perdida, poniendo sus ojos en cosas que no son eternas?.
“Nuestra vida está llena de dolor y sufrimiento;
ni de noche logramos descansar.
¡Eso no tiene sentido!
Lo mejor que podemos hacer es comer y beber, y disfrutar de nuestro trabajo. He podido darme cuenta de que eso es un regalo de Dios,
pues si no fuera por él, ¿quién podría comer y estar alegre?
Cuando Dios quiere a alguien, le da sabiduría y conocimientos, y lo hace estar alegre; en cambio, al que desobedece lo hace trabajar y amontonar mucho dinero, para luego dárselo todo a quien él quiere. ¡Pero eso tampoco tiene sentido! ¡Es como querer atrapar el viento!” Ecl 2:23-26

Unos dicen: soy una princesa, o un príncipe, hijo del Rey, por eso debo tener lo mejor. Y que es lo mejor?
“Mi Dios me da siempre todo lo mejor; ¡me hace fuerte como las águilas!” Sal 103:5

Cómo príncipes, debemos obedecer a nuestro Rey, para que cuando nos toque gobernar con El, podamos hacerlo con dignidad y bajo los estatutos establecidos por El.

“Dios les dio nueva vida, pues los resucitó juntamente con Cristo. Por eso, dediquen toda su vida a hacer lo que a Dios le agrada. Piensen en las cosas del cielo, donde Cristo gobierna a la derecha de Dios. No piensen en las cosas de este mundo.
Pues ustedes ya han muerto para el mundo, y ahora, por medio de Cristo, Dios les ha dado la vida verdadera. Cuando Cristo venga, también ustedes estarán con él y compartirán su gloriosa presencia.
Por eso, den muerte a todos sus malos deseos; no tengan relaciones sexuales prohibidas, no sean indecentes, dominen sus malos deseos, y no busquen amontonar dinero, pues es lo mismo que adorar a dioses falsos.
Todo esto hace que Dios se enoje con los desobedientes”. Col 3:1-6

Ahora seamos honestos y meditemos: Somos dignos representantes del trono?. Somos esos príncipes que gobernaran con justicia, amor y gozo?

Dios te bendiga!!!

Jeannette Isaza




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